viernes, 27 de agosto de 2010

El misterio de Ayerza

En el año 1939, 28 años después de la creación del pueblo, la población de Ranelagh crecía vestiginosamente, obligando así, a aumentar el tamaño de la capilla "Nuestra Señora de la Merced" al actual templo parroquial.
El dinero fue donado por la señora Adela de Ayerza, quien tenía 30 años y portaba toda la elegancia de la zona.
Ella estaba casada con Abel Ayerza. Él tenía 32 años y su juventud resplandecía al lado de la bella esposa.
Cuentan los amigos de ambos que Abel y Adela se encontraban en su mejor momento.
Una noche fría y húmeda, tras haber discutido con su esposa por una tontera Abel arrancó su auto angustiado e intranquilo, se dirigió hacia la ruta donde a los pocos metros sufrió un infarto lo que provocó que chocara contra un boulevard y al instante falleciera.
En 1939 la señora donó el templo en memoria de su esposo.
La muerte de Abel Ayerza generó que el templo fuera bendecido. Éste también fue utilizado por la afligida mujer como oratorio por el fallecimiento de su hijo, quien murió en manos de sus secuestradores.
Cuenta la leyenda que una de las primeras misas nocturnas posteriores a la expansión del templo unos feligreses vieron una sombra oscura deslizarse por detrás del altar que, unos segundos después de ser divisada, desaparecía entre las paredes del recinto.
Hoy en día, una gran cantidad de testigos de Ranelagh hablan sobre un espectro que se desplaza por los terrenos de la parroquia bajo la mortecina luz de la luna. Siempre de negro y siempre desapareciendo entre las sombras cuando alguien se percata de su presencia.
Dicen que es el alma de Ayerza que protege la escuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario