miércoles, 8 de septiembre de 2010

El árbol de Cristal

En Buenos Aires, más precisamente en el Parque Pereira Iraola, es donde se encuentra este árbol especial, que no es como cualquier otro. La resina que exuda su madera parece lágrimas de cristal y en las noches de luna llena es un espectáculo único, pues al mirarlo a la luz de la luna da más la sensación real de ser realmente un árbol de cristal.

Pero la aparición de este declarado monumento natural tiene una explicación; detrás del árbol de cristal hay una gran historia de amor, ocurrida hace más de 100 años.

Ella se llamaba Rocío, tan rica en su belleza, con ojos brillosos similares a un cristal por sus brillos, esos ojos encantadores fueron los que enamoraron a aquel joven muchacho.

Él, Ángel era su nombre, tan simpático, caballero, tan perfecto, supo enamorar a Rocío.

Ellos se conocieron a través de sus familias, ambas tenían un importante poder adquisitivo. Fue ese día, en el Parque Iraola , en que los dos se enamoraron; para todos un día como cualquier otro, pero para Ángel y Rocío, fue el día de primavera más perfecto e importante de sus vidas.

Una tarde como cualquier otra ellos se juraron amor eterno, juraron no separarse jamás. Pero lo que impedía este amor no era sus familias, si no que fue una joven hechicera que desde muy niña estuvo enamorada de Ángel.

Aquella tarde al ver que ambos eran felices juntos y tan solo de pensar que ella, Porfilia, no podría tener el amor de Ángel, preparó un hechizo para separar a la pareja. Éste consistía en que Rocío debía derramar una lágrima, sólo con una ya bastaba para que ella se quedara inmóvil de por vida; éste era el propósito de Porfilia y su hechizo.

En uno de los tantos encuentros que tenían los jóvenes, Porfilia llegó antes que Rocío, entonces corrió a los brazos del muchacho y sin dar explicaciones le dio un beso asegurándose de que Rocío los viera. Como esto era lo planeado, la joven ante tal desilusión derramó de inmediato una lágrima quedando inmóvil como era de esperarse, convirtiéndose en ese árbol de cristal que hoy todos admiran.

De la hechicera sólo se sabe que murió al poco tiempo y del joven apuesto se dice que se volvió a enamorar.

Además se dice que lo que libera el árbol son lágrimas de esos bellos ojos de Rocío, que aún sufre por amor...


Ghio Sofia, Romano Belen

viernes, 3 de septiembre de 2010

La angustia de una madre

Lucía se despertó en una habitación oscura, estaba completamente desnuda y amordazada. Se hallaba confundida y trató de recordar qué hacía ahí. Ella era una joven de 20años, corría el año 1976 y había sido capturada por las autoridades. ¿Cuál fue su crimen? tener varios amigos pertenecientes a la terrorista organización Montoneros. Sus pensamientos se vieron sacudidos al oír el paso de unas botas, se abrió la puerta y fue agarrada por dos soldados, interrogada y torturada.
Al mismo tiempo ella ignoraba que su madre se hallaba en la puerta del "castillo" que servía de edificio de torturas, clamando a viva voz su nombre, lo que realizaba todas las noches hasta que amanecía.
Tras un mes Lucía muere por las horribles torturas infringidas y al año su madre, quien seguía yendo todas las noches al "castillo" de Plátanos, fallece de pena.
Hay una historia respecto a Lucía que ha llegado a mis oídos, juzguen ustedes si es verídica o no.
En una escuela, más precisamente en el baño de mujeres, cerca de donde solía estar el "castillo", se oyeron llantos. Asustada por ella una portera se acercó:
- ¿Está todo bien? -preguntó
La única respuesta que recibió fue un llanto cada vez más espantoso.
La portera, al borde de un ataque de pánico, fue en busca del director y de otro portero.
-¿Qué pasa? ¿Nos podés abrir? -dijo casi gritando el preocupado director.
De nuevo, sólo se obtuvieron llantos como respuesta.
Llegando al límite de su paciencia el director y el portero aplicaron sus hombros a la puerta, la cual cedió. La horrible impresión que les quedó fue para toda la vida, ya que no había nadie.
A partir de ese día ninguna chica se atreve a entrar sola al baño de las mujeres. Esta leyenda se ve alimentada por los rumores que dicen que, aún hoy, se oyen gritos y llantos que provienen de ese lugar.
Y para terminar con este relato vale mencionar que su madre, angustiada aún, sigue buscando a Lucía por el barrio. Por las incansables noches se la puede ver caminando y parándose en las puertas del "ex-castillo".

jueves, 2 de septiembre de 2010

El Circo

Todo comenzó cuando el circo "El Grande de América" llegó a la calle actualmente llamada Mitre y Esquel, entre los años 1940 y 1950.El circo se pudo instalar en pocos días. Éste era un circo grande, muy cuidado, en perfectas condiciones para realizar los actos de riesgo de las funciones.
Uno de los principales personajes que tenía el circo era un equilibrista llamado Diego, tenía unos 21 años, de estatura mediana , cabello claro y ojos oscuros. No tenía muy buen carácter, para cada acto no hablaba con nadie porque se preparaba muy bien.
Todo esto cambió cuando estuvo con su única novia llamada María que era la ayudante del mago. Esta chica era de contextura pequeña, tenía ojos azules y cabello negro. No era como él porque ella no le prestaba tanta atención al acto y tenía buena personalidad. Luego de tres años de relación María en uno de sus actos se lesionó la pierna y no pudo trabajar por un tiempo. Diego tuvo que cuidar de ella un tiempo, ya no se concentraba tanto en sus actos. Una noche en que no había dormido en todo el día tuvo que realizar tres actos. También tuvo que dejar de cuidar a María por un tiempo, al descuidarla ella sufrió una infección muy grave que la llevó a su muerte. Al enterarse de esto se puso muy mal , cayó en una depresión y estuvo a punto de suicidarse. Esa noche, en el último acto, estuvo a punto de no hacerlo pero María hubiera querido que él hiciera su función. Mientras realizaba sus piruetas se puso a recordar momentos con María, todo lo que habían vivido, se distrajo un momento, se cayó y falleció en el instante.
Un vecino del barrio, conocido como don Francisco, cuenta que una vez había salido a caminar con su perro y se empezó a sentir una aire muy frío. Se comenzó a formar una neblina, entonces a lo lejos pudo ver la sombra de un hombre que caminaba por el campo. Otro vecino afirma lo mismo, se dice que es el espíritu de Diego que aún navega por el barrio.

Los Duendes del Agujero

Ese 23 de Junio de 1997 en Villa Mitre, empezaron a pasar cosas raras. Pasando cerca de una casa que había estado abandonada por años, era inevitable el sentirse observado.
Dicen que los patios de los vecinos estaban pareciéndose cada vez más a terrenos baldíos, ya que con cada día que pasaba una cosa más desaparecía, desde flores, bancos y carteles hasta picaportes y buzones. Al principio se creía que una banda criminal se había instalado en la casa abandonada, pero a los pocos días se descubrió la verdad sobre el hecho.
Un vecino estaba paseando a su perro cuando éste, sin explicación, empieza a ladrarle a la casa. El dueño trataba infructuosamente de detenerlo, hasta que le llegó una pequeña ayuda. El 6534, tallado en madera, salió volando desde un arbusto y pegó justo en la frente del animal. Ese fue su último ladrido. Para cuando el dueño entendió lo que estaba pasando una figura de baja estatura, menos de un metro de alto, con facciones arrugadas, ojos negros, nariz puntiaguda y una sonrisa macabra descendía por un agujero en el suelo, entre las hojas del pasto sin cortar.
Luego de este incidente estos entes, ahora llamados "duendes" por los vecinos, se volvieron mucho más violentos. La gente cada vez los veía más, y todas las noches estaban merodeando en las cercanías de la casa, confundiéndose entre los arbustos con su larga barba gris. El barrio estaba petrificado, nadie se atrevía a salir con temor a que los duendes del agujero les hicieran algo macabro. Todo aquel que pasaba por el frente de la casa, sin excepción, recibía un presente tirado con fuerza.. De vez en cuando salían y corrían y molestaban a las personas que caminaban por las calles.
Pero las cosas llegaron al límite cuando esa medianoche, ese viernes 1º de Agosto, en esa calle, ese hombre, del que nadie volvió a oír nada después de entonces, salió con su mano derecha ensangrentada.
Luego del incidente, en el mediodía del 3 de Agosto, un grupo de vecinos entró a la casa y tapó el agujero donde salían los duendes. Luego de eso, demolieron la infernal casa de una buena vez. Finalmente los problemas desaparecieron.
Con el tiempo una familia se mudó a ese terreno. Construyeron una casa nueva que se parecía un poco a la que había sido demolida años atrás. Al padre de la familia le falta un dedo en su mano derecha. Dice que son cosas del oficio, aunque no se sabe de qué trabaja.
Ahora la gente cree que los duendes armaron otro agujero en el jardín de los nuevos vecinos. Nadie lo sabe con certeza, la familia lo niega, pero, de todos modos, nadie se atreve a pasar por esa vereda los viernes por la noche.

EL MISTERIO DE PEREYRA IRAOLA

Una tarde fría de agosto del año 1961 arribó al parque Pereyra lraola un pequeño grupo de scout, quienes tenían como objetivo lograr sobrevivir una noche sin la supervisión de sus “dirigentes".
Dicho grupo estaba compuesto por seis individuos, Marcos, Joaquín , Antonella, Santiago, Lucía y Braian; éste último había llegado al grupo hacía sólo dos semanas, por lo cual su estadía allí todavía era complicada, ya que debía soportar las burlas de sus compañeros. Luego de un día de divertidas actividades, los dirigentes decidieron que era hora de dejar a los niños solos, por lo cual se dirigieron hacia la oficina del guardaparque, donde pasarían la noche.
Ya sin la compañía de los mayores, los chicos dividieron las actividades; Santiago, Antonella y Marcos se encargaron de recolectar leña; y Lucía, Braian y Joaquín armaron las carpas.
Hasta ese momento todo marchaba a la perfección, hasta que Joaquín notó que ya habían pasado varias horas desde que sus compañeros fueran a recolectar leña, por lo que decidió ir a buscarlos con Lucía, mientras Braian cuidaba de las carpas y buscaba leña para comenzar a encender el fuego.
Aunque estaba asustado por la soledad del parque que lo rodeaba, Braian tomó el hacha y empezó a cortar un árbol seco que todavía estaba en pie; cuando estaba por el tercer hachazo, no se dio cuenta de que el árbol comenzó a derrumbarse sobre él y en un abrir y cerrar de ojos yacía bajo el gran tronco; aunque intentó pedir ayuda el dolor era demasiado fuerte por lo que no tardó en desmayarse. Cuando los demás volvieron al lugar, encontraron a su compañero inconsciente. Inmediatamente fueron en busca de los dirigentes, quienes sin pensarlo subieron al niño a la camioneta y lo llevaron al hospital más cercano.
Los chicos pasaron toda la noche lamentando esta tragedia y echándose la culpa de lo ocurrido, ya que sabían que no deberían haber dejado a su compañero solo. A la madrugada sus dirigentes volvieron con la triste noticia: Braian había fallecido.
Santiago, el que más los cargaba, no quiso que lo vean llorando ya que para él era una vergüenza que un hombre llorara, y decidió ir a sentarse solo a orillas del arroyo. Estuvo sentado un largo rato, cuando de repente mirando el paisaje vio del otro lado del arroyo a Braian con el hacha en la mano y una expresión de venganza en su rostro. El pequeño salió corriendo rápidamente hacia donde se encontraban las carpas y les contó a los demás lo que había visto.
Dicen que si vas los viernes a la noche a sentarte a orillas del arroyo, del otro lado, no importa cuál, podes ver a aquel niño con un hacha en la mano y aquella expresión de tristeza y venganza en su rostro.

Emanuel Baez
Alex Cantarutti